Mujer fantasma

Hay un punto que conecta a todo el mundo

Ese punto toca las aristas de todas las cosas

Si lo amplías forma una línea y luego una figura hacia abajo y hacia arriba

Primero hacia abajo:

Dibuja una raíz intrincada que se expande y retuerce, que se enreda, define y difumina.

Si vamos hacia arriba, la raíz pronto se convierte en montículo, luego en roca, luego en montículos de roca, entonces en piedra. Luego en elevación, y entonces en loma.

La montaña sólo se conforma si una mujer deja que una lombriz haga nido dentro

Su humedad, el talle de su arrastre, hace huecos y le lleva tierra, donde se destruye y a la vez moja a la montaña por dentro. 

Entonces llueve y ya el agua es otra cosa

Inunda todos los poros

Arrastra con su fuerza

Lleva aquella roca agusanada a ser parte del mar

A que un pulpo juegue las horas acaecidas con sus tentáculos

Ya la roca es pequeña

En medio del mar, abandonada,

Va cayendo hasta la zona del abismo

Hasta la zona abisal

Donde una medusa la ilumina y entonces existe

Se acuerda de que alguna vez hubo una pequeña furia fangosa

De arrastre hacia el vuelo marino

La roca en su humedad total

Propulsa hacia la superficie

Un bombardeo de semillas que se implanta cerca de la montaña

En la cima, cuando la semilla enarbola su propia energía ralentizada

Seca y hermosa en su despojo protector, se da cuenta de que la mujer siempre ha estado ahí, primero hecha fantasma

Luego de todo el viaje submarino se despide de duda

Y entonces, fantasma, pende de la punta de una rama

Como un desierto telar ondeando

Como un hilo que atraviesa a todo el mundo con su toque por el viento