¿Un libro de la infancia?

Hola, ¿qué tal les va? Estoy tomando un chocolate caliente en algún lugar de la ciudad, porque necesitaba un abrazo. De esta manera decidí empezar con un curso de narrativa en línea.

Como primera actividad nos pidieron recordar un libro de la infancia y compartí lo siguiente:

Nunca tuve libro de la infancia; comencé a leer y saber que había algo llamado literatura hasta los 12 años, con el regalo de una profesora: una antología de cuentos de escritoras mexicanas que más bien retrataban algo sobre la puericia y la adolescencia. Después no hubo quién me parara con la voracidad de mis lecturas.

Pero sí que recuerdo un mar de historias: primero mi abuelo, su retahíla cariñosa con el fin de entretenerme. Luego los libros de texto gratuitos y la selección tan exquisita y campechana de sus cuentos obtenidos de no sé dónde. No tenía conciencia de que esos eran libros y que con sus letras me tocaban. Así que no tuve unos favorito, pero sí historias que fueron haciendo un entramado entrañable en mis adentros.

Lo demás, es lo de menos. Está claro que quiero escribir. Y aprender. Y que estoy aquí.

Si ustedes tienen una primera lectura que quieran compartir, ¡adelante!

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